El beso son dos

Noche cándida,
sobre los rieles
las nubes de nuestros recorridos,
año tras año,
tendidos entre hierbas y los tintes de los astros,
un beso que son dos redondeando las rutinas
en las flores y en las hojas desprendidas,
interpelando al horizonte y sus pasos
en eterno movimiento, volcados
en el devenir mientras la historia
se bebe nuestras lágrimas inocentes.