Acción oculta

Empiezo a buscarte,
pero he desaparecido,
un latir torrentoso
amparó aquella ausencia,
de donde era, ya no soy,
salvo en la despedida,
de donde estuvimos,
queda un momento a solas.

La catapulta de las viejas
agresiones misioneras,
confundió el plagio
con el pan y la sobremesa,
como tampoco los hallaba,
los busqué en el sueño,
y comprendí que lo increado,
les enseñó a caminar.

He muerto,
por eso no soy
quien era, por eso,
no encuentro el sudor
del paraíso, sus campos,
la supremacía de las intemperies
me acogen, así, las nubes
   deambularon
y se hicieron motivo.

No tengo,
porque mientras
más tengo,
más se me arrebata.

Hoy doy.
Adiós Dios que ni las noches
me toman en su manto miel, hiel,
como el vestigio de las ilusiones
rotas y dubitativas, ¿diva?
luz y sombra relatan su fondo
y las preguntas, marcando el paso.

Y qué sería mirándote,
solo como humano,
vulnerable humano.

Al final,
queda el gusto por lo hecho,
el gusto de hacerlo, el principio,
la necesidad de hacer, la pulsión,
el hecho, una obra de la nada.